domingo, 5 de junio de 2011

Pensamientos


La auténtica belleza del ser humano es la  de saberse único, diferente y de la más profunda aceptación de esa su individualidad. Su integridad radica en ser uno mismo y poder mostrarse así al mundo en todo su esplendor, sabiéndose diferente y atreviéndose a serlo y a la vez uno con la vida y todo lo que de ella emana.

La verdadera satisfacción proviene de sentirnos dueños de nosotros mismos y no de la necesidad de poseer al otro. Sabernos únicos protagonistas de nuestra historia y a la vez ser capaces de compartirla con el otro, es lo que proporciona  sentido a nuestra vida y la capacidad para vivirla intensamente.

Nos encontramos perdidos y sin rumbo en el océano de nuestra existencia porque nos hemos convertido en lo que los demás dicen que somos, olvidando la autenticidad de nuestro ser. Reencontrarnos  a nosotros mismos y ser lo que realmente somos, sin miedo al rechazo, a la desaprobación, a la crítica, nos ayudará a recuperar el verdadero sentido de nuestra existencia y la más honda belleza de nuestra dignidad.

Los abrazos son nuestros aliados y el puente desde mi corazón al tuyo. El alma se hiela cuando no se reciben, nuestro espíritu se empobrece cuando no se dan.

El verdadero amor está por encima de todas las diferencias, de todos los prejuicios, de todas las creencias. El verdadero amor sobre todo ama, confía, acepta, comprende y libera.

                                                                                                                                     Anais Robles


                                           


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