sábado, 14 de diciembre de 2013

Granada


En una calle cualquiera
de una ciudad embrujada:
una esquina
una rosa
una mujer.

Sus ojos tristes brillan en la noche,
perdiéndose en ella.
Se engalana la Alhambra:
descansan sus torres
a la luz de la luna.

En una esquina
de una calle cualquiera,
se encuentran los amantes.
Sus ojos enamoran,
se susurran los besos,
se entretejen los cuerpos
bajo la luna mora.

Viene rozando el alba,
ya se van los amantes.
Vuelven los ojos tristes
a recoger la rosa que dejaron
perdida en una esquina
de una calle cualquiera,
de una ciudad embrujada:
Granada.
                     
                                 Anais Robles
( Reservados derechos de autora @anarobles)