sábado, 14 de abril de 2018

Nana al hijo del corazón

Hijo del corazón
Deja ya de llorar
Reposa en mi pecho
Mi rayo de luna
Descansa tranquilo
Que dulce te canto
Tú nana mi amor.

               ( fragmento)

                           Anais Robles

                   

Gustav Klimt

La locura y las letras

Lanza el poeta su canción al viento:
está solo, no tiene quien le escuche.

Y así, en su soledad,
se encuentra con sus versos,
los escucha como si nunca
los hubiese oído,
como si no le perteneciesen.

Los bancos están vacíos
los poemas están huecos.
Le muerde la desesperación,
le traiciona el juicio.

El delirio de una masa inexistente
produce un eco ensordecedor:
oye sus afilados gritos
hirientes como cuchillos
                           -no sabe que sólo él puede escucharlos-.

Le llaman loco, el poeta loco,
porque recita versos sin cesar
por las calles de la ciudad,
y está solo,
no tiene quien le escuche.

                         Anais Robles
( Reservados derechos de autora @anarobles)

                       

Eduard Munch, El grito 

viernes, 13 de abril de 2018

El beso

Un único beso
en el que fundirnos y ser una.
Con el que nos digamos todo
sin decir nada.
Un beso que nos roba el alma,
nos sorprende,
nos atrapa,
nos libera,
nos desarma.

                   Anais Robles
(Reservados derechos de autora @anarobles)



             

lunes, 9 de abril de 2018

PARIS

Diminuta ante ti,
bajo tu inmenso cielo,
paseo tus petites rues,
tus amplias avenues,
paseo por tus parques,
tus barrios y tus plazas,
me detengo y admiro
el río de los sueños
que te baña los pies.
Besas a los  amantes
que recorren tus calles
aquí y allá:
en Notre Dame
en Tour Eiffel
en la Bastille
en Sacre Coeur.
Cualquier lugar en ti
esconde un gran amor.
Quiero ser como tú:
amada y deseada,
libre, bella y eterna.

                    Anais Robles
(Reservados derechos de autora @anarobles)

             


A dónde van los amores perdidos?

¿A dónde van los amores perdidos, madre?

Quién sabe a dónde van...
se alejan en la noche
se pierden en el mar.


¿Y quien irá a buscarlos, madre?
¿Quién se adentra en el mar?

Irá alguna gaviota
que el vuelo puede alzar,
irá algún marinero
que no le asuste el mar,
algún enamorado, 
o un  soñador,
tal vez irá.

No vayas tú hijo mío,
la noche oscura está,
la mar es muy traidora,
y no lo has de encontrar...

¿A dónde van los amores perdidos, madre?
¿A dónde van?

                                        Anais Robles
(Reservados derechos de autora @anarobles)