la que ama y la que odia
la que grita y la que calla.
La que abraza los despojos
de sus hermana muertas.
La que danza con las brujas
y bebe sus pócimas alrededor del fuego.
Soy la que maldice a los necios, mal nacidos,
que hacen brotar la sangre de las mujeres
y la de sus hijas.
La que aúlla con las lobas más salvajes
y corre con ellas en la noche,
sin miedo a la oscuridad.
Soy la rebelde, la puta, la loca,la insumisa.
No preguntéis de dónde vengo
ni indaguéis a dónde voy,
no me digáis que calle, que espere,
que no maldiga, que me calme.
No caeré más en vuestras trampas,
no acataré vuestros mandatos,
ni obedeceré vuestras órdenes.
Olfateáis mis huellas como perros salvajes
sedientos de poder y de sangre.
Me seguís para intentar doblegarme
a vuestros deseos patriarcales
a vuestra infame justicia
a vuestros rancios principios morales.
Os erigís en seguidores de un dios
hecho a vuestra imagen y semejanza.
Ultrajáis los cuerpos de las mujeres
y los de vuestras hijas:
su sangre corre como un río por nuestras calles,
pasa por delante de vuestras puertas
mientras vosotros miráis hacia otro lado
y decís: -en un vano intento de acallar mi grito-
es mujer
es bruja
está loca
es insumisa
feminista
y puta.
Si
-os respondo un si feroz, rotundo-.
Si. Soy mujer
soy bruja
soy salvaje
soy hija del viento
amo a quien me place.
No conseguiréis silenciarme,
no conseguiréis, jamás, domesticarme.
Anais Robles
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