BRISA MARGARITA
A veces olvidamos
que hay viejos caminos
que van a dar al mar,
A veces olvidamos
que a la vera de esos caminos
inmensos prados nos acompañan
y sobre sus verdes, tímidamente,
que van a dar al mar,
y los transitamos cabizbajos,
dubitativos, errantes,
sumidos en vanas cavilaciones,
en fútiles quimeras
dubitativos, errantes,
sumidos en vanas cavilaciones,
en fútiles quimeras
que adormecen nuestro corazón
y ciegan nuestros sentidos,
impidiéndonos ver el paisaje.
impidiéndonos ver el paisaje.
A veces olvidamos
que a la vera de esos caminos
inmensos prados nos acompañan
y sobre sus verdes, tímidamente,
asoman lirios y margaritas.
Hasta que, de pronto,
Hasta que, de pronto,
llega hasta nosotros una suave
y perfumada brisa;
una brisa que refresca los labios
y nos despeina el alma;
una brisa que susurra en nuestro oído
melodiosos presagios;
una brisa que nos anuncia
la cercanía del mar.
una brisa que refresca los labios
y nos despeina el alma;
una brisa que susurra en nuestro oído
melodiosos presagios;
una brisa que nos anuncia
la cercanía del mar.
Y henchimos nuestro pecho
No hay comentarios:
Publicar un comentario